28 octubre 2007

LA SOPA MÁGICA

CEIP VIRGEN DE LORETO

INVENCIÓN DE UN CUENTO Y ESCRITURA COLECTIVA

CURSO 2005/2006

INFANTIL DE 5 AÑOS

TUTORA: Mª DEL MAR LOBO RULL


Decidimos realizar un libro entre todos los cursos del Colegio, editarlo y que éste pasara a formar parte de la biblioteca del Centro.


Por ello propuse a mis alumnos escribir un cuento de forma colectiva. La técnica sería

que cada uno fuera añadiendo un trocito. Mi papel consistiría en recapitular la historia e ir haciendo reflexionar para poder seguir inventando con una mínima estructura (presentación, conflictos, acciones, resolución...).


En primer lugar, nos planteamos para quién íbamos a escribirlo: para nuestros compañeros de clase y del colegio y también para nuestros maestros y familias.


Y comenzamos. ¿Cuál será el tema?, ¿cómo empezaremos? ¿qué personajes aparecen?, ¿dónde ocurre? ¿qué problemas se presentan?, ¿cómo los solucionan?, ¿cómo acaba?.


Una vez acordado el tema, pasamos a poner título.


A continuación comienza la textualización. Como siempre, primero se elabora el borrador. En este momento la cooperación es muy importante. Mientras se escribe se va releyendo y revisando, quitanto o cambiando todo lo que se crea conveniente. Se puede profundizar en el texto en diferentes aspectos (la estructura, el léxico, la ortografía, la distribución de la página...) hasta que se considera acabado. Entonces es necesaria la revisión final.


Éste fue el resultado.



La sopa mágica

Había una vez un vampiro que mordió a un dragón.
Al vampiro le gustaba la sangre y por eso le mordió.
En realidad, el vampiro quería morder a la bruja, pero la bruja, que era muy listilla, mandó al dragón para que no le mordiera a ella.
Y tanta sangre le chupó al dragón que al vampiro le empezó a doler la barriga.
El vampiro decía:
- Me duele la barriguita porque de sangre está llenita. ¡Ay!, ¡ay!. ¿Quién podrá ayudarme?. ¡Me duele mucho!.
Y se fue a casa de la bruja.
Y el vampiro le dice que le duele mucho la barriga y que necesita que la bruja le ayude.
Pero la bruja lo echó de su casa porque como le quería morder la sangre, entonces la bruja le dijo que no quería volver a verle.
Y vinieron los murciélagos, que eran amigos del vampiro.
Entonces los murciélagos entraron en el castillo y le dijeron a la
bruja:
- El vampiro está malito. ¿No te da pena?. ¿Por qué no le das algo para que se sienta mejor?. No seas bruja piruja.
La bruja le dijo que lo iba a ayudar, pero con una condición:
- ¡Que no le chupes la sangre a nadie más!.
Y el vampiro le dijo:
- Pero...Yo necesito sangre para comer.
Y la bruja le dijo:
- Pues a partir de hoy no comerá sangre, comerás sopa.
Y la bruja empezó a hacerle una pócima para que no le mordiera a la gente ni a los dragones. Y le hizo una sopita que era mágica.
La sopa tenía tomate, zanahorias, lechuga y chocolate. Todo lo que tenía estaba muy rico.
El vampiro se tomó la sopa. Se lo comió todo. Y dijo que estaba muy bueno y que quería más.
Y la bruja le dijo:
- No comas tanto, que por ser un comilón te va a doler otra vez la barriga.
Como al dragón le había mordido el vampiro, se convirtió en vampiro también; y la bruja le dio sopa al dragón:
- ¡Toma sopa!. ¡Y tú tampoco le vayas a chupar la sangre a nadie más!.
Pero el dragón no quería sopa, quería sangre.
Entonces la bruja le echó a la sopa mágica unos polvillos con sabor a sangre para engañar al dragón.
La bruja le dijo al dragón:
- Toma sangre, como a ti te gusta.
El dragón se bebió la sangre, que no era sangre, era sopa mágica con sabor a sangre.
El dragón dejó de ser vampiro y desde ese día vivieron felices.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.